Alquilar una oficina en Barcelona puede llegar a ser un proceso largo y complicado. Se deben tener presentes varios factores para evitar contratiempos y errores. Con tal fin, lo mejor es seguir estos consejos.
1º. ¿Qué oficina se busca?:
El arrendatario tiene que saber que espacio precisa según sus demandas y tomar en cuenta lo que se necesitará con el paso de los años. Se mira el presente y también el futuro.
2º. Los gastos:
Además del alquiler, se deberán hacer frente a otros gastos como los servicios contratados, los gastos centrales, las obras de reforma si no queda otro remedio y el material de oficina y mobiliario.
3º. La ubicación:
La ubicación no solamente fijará el precio de alquiler sino que también se centrará en la llegada tanto de los clientes como de los trabajadores de la oficina. No es igual, una oficina bien que comunicada que otra situada en un lugar de complicado acceso. Un buena opción es buscar oficinas alquiler Barcelona de NiN, pues tiene muchas y en un gran número de lugares de la capital de Cataluña.
4º. La antigüedad del edificio:
Con este dato se podrá determinar el estado en que estado se encuentra el edificio, tanto en las paredes como en todo lo que se refiere a conexiones. Se debe estar seguro de todo ello o surgirán problemas en un futuro más o menos próximo.
5º. El contrato:
Se recomienda no firmar un contrato si hay algún tipo de duda. Algunos contratos pueden requerir que el arrendatario tenga que pagar gastos de seguridad o mantenimiento. Asimismo, sea por motivos de cerrar o ampliar el negocio es vital conocer los requerimientos y penalidades que surgirán a la hora de cancelar el contrato. Se recomienda apostar por contratos de períodos cortos y renovarlos cuando sea necesario.
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