El 80% de las empresas norteamericanas ofrecen beneficios personales más allá del propio salario, y el 60% de los directivos de este país consideran que, a pesar de la difícil situación económica que se está viviendo a nivel mundial, fomentar la estrategia de focalizarse en los beneficios para los empleados es clave para conseguir los objetivos empresariales.
Y es que para los empresarios estadounidenses, una mayor competitividad se logra mediante la retención del talento, y no solo mediante la reducción de los costes laborales via reducción del salario. Sin embargo, en muchas ocasiones, criterios erróneos de distribución pueden destruir la efectividad. ¿El resultado? Dinero tirado directamente a la basura.
En muchas ocasiones, la empresa no tiene muy claro la estrategia a seguir para la distribución de los beneficios. ¿Por qué estamos ofreciendo tickets de comida cuando ellos lo que realmente quieren es una mejor formación en un idioma determinado? Ofrecer una determinada prebenda puede no resultar todo lo beneficioso que se espera.
En estos casos, el retorno puede ser inferior al esperado; en general, si no conocemos lo suficiente a nuestros empleados cualquier estrategia que llevemos a cabo en materia de distribución de beneficios va a ser inferior al óptimo. Sin embargo, a medida que tenemos un mayor conocimiento de sus preferencias y gustos, este tipo de estrategias ya no es que nos permitan tener un retorno de la inversión, si no que el coste que hemos invertido se verá repercutido de manera muy positiva en beneficios empresariales.
Y desde luego, este tipo de estrategias servirán para aumentar la motivación e implicación de nuestros empleados, lo cual aumentará la productividad y a largo plazo, aunque los costes laborales sean mayores, los beneficios recogidos serán mucho mayores.
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