Una de las cuestiones que nos ayudan a mejorar la productividad es trabajar con dos pantallas. En la mayoría de los entornos, poder visualizar los datos en una pantalla y realizar. Pero si trabajas con un portátil y una pantalla extra una cosa que debemos hacer es que ambas pantallas estén a la misma altura.
Por lo general un portátil no es lo más ergonómico del mundo para trabajar. Sobre todo porque la pantalla queda muy por debajo de la línea visual y nos obliga a forzar un poco las cervicales. Esto para una jornada corta no tiene mucha importancia, pero si vamos a prolongarlo en el tiempo acabaremos por resentirnos.
Solo hago una excepción a esta regla, cuando trabajamos con un monitor panorámico en vertical, ya que por lo general lo hacemos para colocar un documento en formato A4 y poder leer o pasar datos a la otra pantalla. No cambiamos de forma habitual, sino que leemos o pasamos los datos de forma directa sin dejar de mirar al monitor donde estamos leyendo.
Si además añadimos una segunda pantalla al portátil, el paso de mirar en el la pantalla del portátil y de la pantalla externa nos obliga a un esfuerzo que nos sobrecarga las cervicales en poco tiempo. Si lo vamos a utilizar de forma habitual lo mejor es que la parte superior de ambas coincidan en altura. Para ello tenemos que sobreelevar el portátil.
Podemos hacerlo con alguna base o dock, pero si estamos de viaje, también lo podemos hacer colocando una guía telefónica debajo del equipo a modo de cuña. Soluciones tenemos de todo tipo, pero los docks para conectarlo al ordenador son de lo más cómodo para tener conectado todos los periféricos de forma habitual.
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