En el contexto actual es lógico que si se te escapa una sonrisa te miren raro. Y si hablas de que vas a emprender, también. Pero sobre ese tema puedes encontrar artículos estimulantes aquí. Hoy me planteo el sentido de humor como un arma defensiva ante tanto mensaje negativo. No hablo de libros de autoayuda, que son respetables, sino de lo sencillo que es intentar dibujar una sonrisa, aunque sea forzada para al final, relajar los músculos faciales y que salga natural.
Que “las cosas están mal” lo sabemos todos. Pero ¿voy a solucionar algo deprimiéndome? Tal vez tampoco me surja un empleo por ir con la sonrisa colgada todo el día, pero si tu actitud es más positiva que lo contrario, por algún misterio que los científicos saben explicar mejor que la que escribe: crearás un halo de simpatía que te beneficiará. Pero pongamos límites, recordemos el refranero español: “Más vale caer en gracia que ser gracioso”
En el trabajo dosis de humor adecuada
Seamos sinceros, en nuestro país está mal visto reírse. Se nos da bien reírnos de los demás, pero en cuanto el protagonista es uno, que salga corriendo el chistoso. Por otro lado no sé qué clase de relación absurda existe entre el buen humor y la productividad. Algunos jefes disfrutan viendo a los trabajadores con la cara larga y aspecto deprimente. El humor puede salvar una empresa. y está comprobado.
¿Y la creatividad? ¿Qué me decís? en mi opinión van de la mano. Un día impartí un taller sobre creatividad relacionada con la publicidad, pero también llevada al día a día, como una manera de enfrentarse al mundo, a los problemas y dar una patada simbólica a todo lo establecido. Estará mal que lo diga, pero la gente lo pasó bien, acabaron riendo, tal vez sonriendo y con una percepción sobre sí mismos más crítica. ¡Quizás se tomaban las cosas demasiado a pecho! ¡Quizás la solución estaba en cambiar su actitud frente a la vida!
Aniquilar el humor y la creatividad
Un ejemplo que siempre me gusta poner es el del gran cómico y empresario John Cleese:
6 formas de ahogar la creatividad
- Actúe como si siempre estuviera en medio de una guerra
- Ahogue toda curiosidad cuando nazca para impedir que se extienda
- Repita este mantra: “Aún no ha nacido ningún problema que no se pudiera resolver con más datos y más tecnología”
- Defienda sus ideas preconcebidas hasta la muerte
- Si llega a ver que alguno de sus colegas se dedica a actividades raras, tales como hacerse preguntas en voz alta o lanzar miradas pensativas al vacío, pínchele con un palo bien afilado y recrimínele por estar perdiendo el tiempo
- Declare que cuestionar los plazos es un crimen. Si no tiene competencias para aplicar la pena capital, conmútela por el destierro a Texas
Por lo tanto, ante tanta catástrofe diaria ¿por qué no adoptar estas actitudes? Además sería de utilidad leer cada noticia relacionada con personas que están superando esta negra etapa: con firmeza, tenacidad y sobre todo, humor y mucha creatividad, ahora los llamamos emprendedores. Yo les llamaría valientes.
En Pymes y Autónomos| El humor como recurso empresarial (II),Ministerio de humor
Imagen| (Karmele)