La informática ha modificado la forma en que las personas trabajan, se comunican y gestionan la información. Desde la creación de la ENIAC en la década de 1940, la evolución tecnológica ha sido constante. Este primer ordenador, que ocupaba una sala completa y se usaba para realizar cálculos complejos, marcó el inicio de una transformación profunda en múltiples sectores. Con el paso de los años, el desarrollo de nuevos dispositivos y sistemas ha facilitado tareas antes impensadas, posicionando a la computación como un elemento esencial en la actividad diaria de individuos y organizaciones.
El mantenimiento informático en Valencia, al igual que en muchas otras ciudades, cumple un rol central en el funcionamiento de los entornos digitales. El avance de esta disciplina se ha apoyado en el trabajo de figuras clave como Alan Turing y Grace Hopper, quienes contribuyeron al desarrollo de los fundamentos de la programación y la computación moderna. Sus aportes permitieron el crecimiento de un sector que hoy es indispensable para la operación continua de empresas, instituciones y servicios.
Con la expansión del uso de la tecnología, también han aumentado los desafíos vinculados a su mantenimiento. Los problemas más comunes incluyen fallos en el hardware, virus y malware que amenazan la seguridad de la información, así como errores de configuración que pueden paralizar sistemas enteros. Por eso, el soporte constante y preventivo se ha convertido en una práctica indispensable para evitar interrupciones y proteger datos valiosos. Para abordar estas tareas, se requiere personal capacitado con formación técnica específica, preparado para intervenir tanto en la resolución de problemas como en la prevención de fallas.
Las instituciones educativas han respondido a esta demanda mediante programas orientados a formar profesionales con conocimientos en redes, software, hardware y seguridad. Esta formación permite a los técnicos aplicar soluciones eficaces ante incidentes y establecer procedimientos que garanticen el funcionamiento continuo de los sistemas. El mantenimiento adecuado no solo evita pérdidas de información, sino que también mejora el rendimiento operativo de las plataformas tecnológicas.
En este ámbito, el mantenimiento se divide en dos grandes tipos: preventivo y correctivo. El primero se realiza de manera regular con el fin de anticiparse a posibles fallos”. Las tareas incluyen limpieza interna de los equipos, actualización de software, instalación de parches de seguridad, revisión de conexiones y respaldo de información. Su objetivo es mantener la operatividad y evitar interrupciones que afecten la productividad.
Por otro lado, el mantenimiento correctivo se lleva a cabo una vez que el sistema presenta una falla. Este procedimiento busca identificar el origen del problema y restablecer el funcionamiento normal del equipo o red. Puede implicar la sustitución de componentes físicos, eliminación de software malicioso, corrección de errores de configuración o reinstalación del sistema operativo. Desde la empresa Si-Tei Informática, explican: “Si bien ambos enfoques tienen distintos momentos de aplicación, son complementarios y necesarios para garantizar la continuidad operativa”.
El soporte informático también es relevante en entornos educativos, comerciales e industriales, donde la digitalización de procesos ha sido clave para mantener la competitividad. La infraestructura tecnológica, compuesta por redes, servidores, estaciones de trabajo y dispositivos móviles, requiere monitoreo constante para prevenir incidentes que puedan afectar la operación general.
El desarrollo de la informática no se limita al avance de dispositivos y sistemas, sino que incluye el trabajo diario de quienes aseguran su correcto funcionamiento. La gestión técnica, tanto preventiva como correctiva, permite que la tecnología cumpla su propósito con eficiencia y seguridad. Este conjunto de tareas representa un soporte esencial para el funcionamiento de las estructuras digitales que hoy forman parte de la vida cotidiana.